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Carreteras y mapas


CARRETERAS

Habíamos leído que Turquía es uno de los mejores países para el cicloturismo, y puede serlo dependiendo del cicloturista que seas. Si la bicicleta es el medio para ir de un lugar a otro sin preocuparte de lo que encuentras en medio: es fantástico. Posee una red de carreteras principales envidiable. Generalmente autovías de dos carriles con un ancho arcén que, en ocasiones, es tan ancho como otro carril. Suelen tener un buen firme (salvo excepciones, por supuesto) y van directas de una localidad a la otra salvando las montañas con pendientes que no superan el 8%. Los puntos negativos son el tráfico, que es denso y circula a grandes velocidades, y lo lejos que estás de cómo se desarrolla la vida fuera de ellas. No te muestran cómo es realmente el país.

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Cuando uno lee que las carreteras principales son buenas espera que ocurra lo mismo con las secundarias, pero no es el caso. Al contrario que en otros países (la India, Vietnam o Camboya) donde las carreteras principales eran muy malas y las secundarias muy buenas, aquí las secundarias suelen ser caminos de tierra que, en ocasiones, han sido abandonados y están muy bacheados. Tanto que, cuando preguntas por ellos, las gentes del lugar no los conocen o te recomiendan evitarlos. Eso ralentiza y hace penosa la marcha. Por otro lado, son el tipo de carretera que buscamos, porque te obligan a pasar por pueblos recónditos donde ves cómo transcurre la vida. En este viaje hemos circulado por parajes increíbles, donde no se veía una casa ni un coche ni un árbol… hasta el horizonte. Tanto es así que en varias ocasiones nos embargaba el temor de no ser capaces de llegar al otro extremo.

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En estos caminos pedregosos la bicicleta sufre mucho y hemos pinchado en múltiples ocasiones pese a llevar en los neumáticos una tira de PVC de protección para evitarlos.

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Sin embargo no ha sido raro que por esos pueblos la gente nos invitara a Té o simplemente, en un bar, se negara a cobrarnos. Ese es el tipo de gente que puedes encontrar fuera de las carreteras principales. Una Turquía cercana, amable y auténtica.

MAPAS


En cada etapa hemos adjuntado la ruta tal cual la hemos hecho, sin omitir ningún tramo salvo en aquellos casos en los que la ruta que aparecía en Google Maps, simplemente no existía, y tuvimos que buscar un camino alternativo. Esto ha ocurrido en muy pocas ocasiones y puedes considerar que Google Maps es bastante fiable, pero cuando ocurrió (de Sirince a Sultanhisar) nos supuso realizar un desvío considerable por una carretera con mal firme, lo cual puede condicionar mucho la etapa.

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Si decides crear tu propia ruta… una norma que se cumple bastante es que las carreteras secundarias entre dos pueblos cercanos suelen tener buen firme (salvo excepciones como el camino entre Bekarlar y Kuyulutatlar en la etapa en que llegamos a Göreme o la que une Karahuyuk y Tahirini en la etapa que llegamos a Kayseri), pero las rutas secundarias que simplemente transitan por el campo y se usan para llegar a los cultivos, o van paralelas a rutas principales o vías de agua, suelen ser peores.


Debido al mal estado de las carreteras lo que hemos intentado cada día, para poder cubrir nuestros 80 kilómetros de media, es alternar al 50 % carreteras principales y secundarias. Con ello hemos conseguido una media de 10 kilómetros a la hora, lo cual supone estar subidos a la bicicleta entre 6 y 9 horas cada día (según el kilometraje).

DESNIVEL


Uno de los grandes inconvenientes que tiene Turquía para el cicloturista poco entrenado, son los desniveles. Los paisajes de Turquía, al menos aquellos por los que hemos pasado, alternan grandes llanuras con impresionantes cadenas montañosas. Si lo preparas bien, la mayor parte de las veces puedes encontrar una ruta más o menos llana que salve las dificultades que hay.
La verdadera novedad de este ha sido, por lo tanto, la orografía. Pasado Pamukkale la carretera asciende a una especie de altiplano por encima de los 1000 metros de altura.
El mayor ascenso del viaje fue precisamente ese día, unos 600 metros (entre Pamukkale y Dazkiri) y el mayor desnivel acumulado fue de 900 metros (etapa entre Sirince y Sultanhisar). Solo en pocas ocasiones las pendientes han sido tan pronunciadas que hemos tenido que bajarnos de la bicicleta y tirar de ella hacia arriba pero, por lo general, los ascensos han resultado tolerables. Al igual que el estado del firme, son un aspecto que ralentiza la marcha y hay que tenerlo en cuenta.

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Encontrar información detallada sobre el desnivel de las etapas ha resultado difícil. Herramientas como Wikilok o my maps… ayudan, pero solo cuando tu ruta es igual a la que alguien ha colgado. La mayor parte de las veces no coincide (porque vamos en otra dirección o porque queremos evitar una pendiente). Así que la fórmula que hemos usado para determinar la pendiente acumulada de las etapas es sencilla. Trazas la ruta en Google Maps pero en el apartado "cómo llegar" cambias la opción "en coche" por "a pie" y aparece un pequeño resumen de la etapa con el desnivel acumulado y una sencilla gráfica.

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Nos daba respeto acometer etapas con desniveles acumulados entre 300 y 900 metros al día, pero lo hicimos y hemos sobrevivido. Había llegado el momento de intentar algo así.

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